MARTHA MONROY
LA PATRIA | RISARALDA
Los habitantes de la vereda Banderas (Risaralda) saben muy bien cómo tasar el agua, ya que siempre ha sido escasa. Desde hace unos cinco años los nacimientos empezaron a secarse y lo peor es que al acueducto veredal, que construyeron hace 25 años, ya casi no le llega el líquido. Ahora lo tienen una vez por semana.
Un caso es el de Rubiela Acevedo, quien asegura que el tanque que llena cada ocho días los domingos no le alcanza para el aseo personal, la limpieza de la casa, el lavado de ropa y la preparación de alimentos para las cuatro personas con las que vive.
Otro testimonio es el de Ómar de Jesús Valencia, que aunque tiene agua propia, el nacimiento ya no le da para las necesidades de la casa y sus animales, además lamenta no poderle dar agua a sus vecinos cuando la necesitan.
William Andrés Granada, docente de la Institución Educativa Francisco José de Caldas, sede Rafael Pombo, dice que el agua que les dan solo les permite asear los baños y el restaurante escolar, ya que son 124 estudiantes, de preeescolar a once, que llegan de diferentes veredas.
El alcalde de Risaralda, Juan Camilo Gallego, asegura que en un mes empiezan las obras para la ejecución de las líneas de conducción, y que finalizando octubre la vereda Banderas por fin tendrá agua potable, para lo que cuenta con 120 millones de pesos. Dice el mandatario que por ahora lleva todos los días, en volquetas, 15 mil litros de agua para suplir esta necesidad tan vital en esa comunidad, sin embargo los pobladores dan cuenta que solo la tienen una vez a la semana.
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