ALEJANDRA CASTAÑO ALZATE
LA PATRIA MANIZALES
Hueco en Pensilvania
¡Pum, pum, pum!
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, suplicaban en coro unas 15 almas, 8 ligadas por la sangre y el resto, por instinto de supervivencia. Ese día, jueves 8 de agosto del 2002, era el turno de los Misterios Gozosos. Rezaban una paradoja.
Primer misterio: La Anunciación
¡Bang, bang, bang!, de nuevo. Les tocó de cerca. Los rumores de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) ingresarían al perímetro urbano de Pensilvania se convirtieron en pesadilla sin ensueño. El día anterior el grupo subversivo quemó el aserradero Maderas del Oriente, ubicado en el corregimiento de San Daniel (Pensilvania), a unos tres kilómetros de distancia.
Segundo misterio: La Visitación
A las 6:00 de la tarde el Frente 47 de las Farc hostigó las tropas del Batallón Ayacucho, que estaban acantonadas, desde los sectores conocidos como la manga de la cruz, cerro en el occidente del municipio, y la repetidora, lugar en el oriente, en la salida que conduce hacia los corregimientos de Arboleda y de Pueblo Nuevo (Pensilvania). En el lugar del cruce de balas había propiedades como la de los Betancur Bedoya.
Tercer misterio: El Nacimiento
Con el fin de que construyeran a su gusto, los progenitores de Dora y Gladys Betancur Bedoya les regalaron el primer piso de los dos que aún tiene la casa blanca con tres puertas rojas, ubicada al lado de la institución educativa Concentración Escolar Boyacá, en la cabecera municipal de Pensilvania (Caldas). Mamá y papá permanecieron arriba.
Dora mandó a excavar una montaña de tierra amarilla pálida que había detrás de una pared y le dio existencia a una cueva gélida y oscura, de un metro y medio de ancho y de largo, que iba a ser un cuarto de planchar. Allí nunca hubo ropa arrugada ni una mesa para extenderla. La obra no siguió por pálpitos que sugerían huir del pueblo en caso de ofensivas.
Cuarto misterio: La Presentación
¡Pum, pum, pum! Se escucharon los primeros disparos. Las 3 divisiones de la edificación se conectaban atrás, en el patio, por donde corrieron Gladys con su bebé de 9 meses en brazos, sus otros 2 hijos y su madre, de 61 años. Los 5 llegaron a la cueva. Dora, su esposo y la hija menor de ambos, de una década cumplida, dieron pasos agigantados para esconderse en el mismo sitio.
Quinto misterio: El Niño Hallado
¿Y Karol?, ¿qué se hizo? La primogénita, de 13, oyó los gritos que se emitían al otro lado de su portón y dejó entrar a quienes pidieron auxilio. Su padre se devolvió y la haló del pelo, con brusquedad, para que se resguardara con ellos.
En ese metro y medio de ancho y de largo se refugiaron unas 15 almas, 8 ligadas por la sangre y el resto, por instinto de supervivencia. También su incertidumbre, dos linternas y una caneca negra, como el hueco; con tapa amarilla, como el terreno perforado; en la que Dora guardó bocadillos, agua, galletas, café, azúcar y panela, alimentos que merecieron oraciones en vano: quería sacarlos solo cuando vencieran.
Ese día no hubo muertos ni heridos, según la entrevista que concedió a LA PATRIA Mauricio Gómez Guzmán, el entonces comandante de Policía de Caldas.
"A veces plancho ahí. Lo uso más que todo para guardar mis zapatos. Ojalá eso no vuelva a suceder porque fue horrible. Siempre decimos que allá está el cuartico, segurito, por si pasa algo", culmina Dora Betancur Bedoya. Amén.
Portillo en corregimiento de Arboleda (Pensilvania)
Marco Aristizábal Herrera volvió a abrir la puerta de madera que había sellado con pegante hace 12 años, por razones diferentes a la toma. Hace 15 años sacó de ahí a su patrón y a la esposa de él.
Año de construcción: 1986 (aproximadamente).
Finalidad: conectar los dos pisos de la casa en el cuarto de San Alejo, porque no había escaleras.
Los Misterios Gloriosos se imploraron con más angustia casi dos años antes, el sábado 29 de julio del 2000.
Primer misterio: La Resurrección
Habitantes del corregimiento de Arboleda dieron innumerables vueltas a los dieces de las camándulas hasta el otro día, cuando se acabó la toma realizada con armas de largo alcance, cilindros de gas, morteros y un carro bomba, que destruyeron la iglesia, el Banco Agrario, el comando policial y dejaron 10 viviendas en pérdida total.
"Extraoficialmente se conoció que a la población entraron el Bloque José María Córdoba y los Frentes 47 y Noveno de las Farc... Unos 200 hombres", dice en el artículo Toma guerrillera en Arboleda, que publicó LA PATRIA el 30 de julio del 2000.
A Elda Neyis Mosquera, alias Karina, quien estaba al mando del 47, la condenaron en el 2009 a 33 años de prisión por esta masacre, en la que murieron 13 policías, de los 29 miembros que estaban en el corregimiento, y 4 civiles. También desapareció el agente Luis Fernando Ramírez, de quien 16 años después no se tienen noticias.
Segundo misterio: La Ascensión
Antes de la fecha, Marco Aristizábal Herrera le pidió permiso a su jefe para faltar ese sábado a la distribuidora de alimentos y café en la que trabajaba, debido a que tenía que asistir al cursillo prematrimonial.
A las 7:30 de la mañana del 29 de julio, Aristizábal Herrera salió de su casa con su pareja y bajó hasta la plaza principal. Antes de cruzarla, ambos observaron un vehículo que nunca habían visto al frente del comando. Siguieron su camino sin decir nada.
Después de unos minutos escucharon tiros y subieron corriendo a la residencia de Marco. Su compañera sentimental vivía en una finca de la zona rural, a 30 minutos de distancia, y temía ir hasta el lugar. Las autoridades reportaron a LA PATRIA que los primeros disparos fueron a las 9:00 de la mañana.
Tercer misterio: La Venida
Yo solo pensaba en mi patrón, porque la entrada al negocio era nada más una reja. Decidí ir hasta allá el domingo, después de las 7:00 de la mañana, cuando la gente aquella empezó a evacuar. La reja quedó entreabierta por las explosiones, entonces preferí ingresar por la puerta de la casa. Toqué varias veces, aunque esta ya se iba a caer, cuenta el hombre en voz baja, casi imperceptible, como si fuera un recuerdo que no desea evocar.
Cuarto misterio: La Asunción
Me contestaron, abre los ojos y suspira. Allí estaban él y su señora, muy asustados. Se metieron a un pequeño recinto y ahí se quedaron, por miedo. Me costó convencerlos de que salieran. Permanecieron impresionados con las imágenes del pueblo en ese momento. Estuvieron dos días más acá (en Arboleda) y nunca regresaron.
Quinto misterio: La Coronación
La propiedad de la que habla Marco queda en una esquina y tiene dos pisos. Al establecimiento, en el segundo nivel, se ingresa por la calle principal y a la casa, bajando por el costado. La pareja se metió al refugio, que mide un metro con 25 centímetros de ancho y 2 metros con 20 centímetros de largo y alto, por un portillo de madera construido en la tienda. Este da a un cuarto de la vivienda.
Subterráneo en corregimiento de San Lorenzo (Riosucio)
Juan Carlos Restrepo es hijo de Cruz Franco, quien aún es propietaria de la vivienda reconstruida. Él expresó que por la parte de atrás de la casa, por lo menos a 200 metros de distancia, guerrilleros dispararon y lanzaron pipas. Tres de estas cayeron al patio, encima del subterráneo en el que sobrevivieron Alberto de Jesús, Andrea y su amiga.
Año: en 1988, Cruz Franco y su esposo compraron la vivienda, que ya tenía el subterráneo.
Finalidad: la pareja construyó una pieza y un baño en el lugar, para darle posada a una señora que tenía cuatro niños.
El domingo 2 de diciembre del 2001 se repitieron los Gloriosos con la misma zozobra, aunque debieron ser los Dolorosos. Habitantes completaron las oraciones de estos misterios.
Letanías
"Una menor de edad muerta, tres personas heridas, unas 25 casas averiadas y la Escuela Manuela Beltrán destruida es el saldo que deja la incursión de cerca de 200 hombres de las Farc al corregimiento de San Lorenzo (Riosucio)... Los subversivos llegaron al casco urbano de la población del occidente de Caldas sobre las 7:00 de la noche... A las 3:00 de la mañana se terminaron los disparos", se relata en el artículo de LA PATRIA San Lorenzo, destruido por las Farc (4 de diciembre del 2001).
En la noticia también está el testimonio de Alberto de Jesús Gómez Naranjo, habitante damnificado por la incursión guerrillera: "Estaba en la puerta de mi casa cuando vi que un hombre venía. Él lanzó un artefacto que me alcanzó a herir. De inmediato me entré y me escondí en una parte de la vivienda, rezando para que no se fueran a entrar, pues esta quedó destruida con las pipas".
Esa parte de la residencia que menciona Gómez Naranjo, quien ya falleció, aún existe. Ahora guardan ahí cajas de plástico y madera, en las que transportan frutas y verduras hasta el mercado del pueblo.
Acto de contrición
Andrea Gómez, nieta de Alberto de Jesús, vivió con su abuelo la trágica experiencia y se fue para Estados Unidos después del ataque. Ahora tiene 23 años y deja claro que nunca regresaría a San Lorenzo. Se arrepiente de haber ido: "Voy un día a visitar y mire lo que pasa. No volví por miedo".
Salve
Alberto y Andrea iban para Riosucio, pero perdieron el bus. Él decidió ir donde Cruz, hermana de su esposa, Marina Franco.
"Esa noche había una misa. Recuerdo que la gente esperaba, pero el padre nada que llegaba", manifiesta Gómez. La guerrilla no dejó ingresar al sacerdote a San Lorenzo, para oficiar la celebración, tras regresar de una vereda del mismo municipio.
Andrea continúa: "Mi abuelito y yo estábamos sentados afuera de la casa de mi tía Cruz. En ese momento, una amiga mía, también niña, paró a saludarnos. Eran como a las 6:00 de la tarde... bajó un señor corriendo y tiró una bomba al frente de la inspección policial, a unos cuatro metros de nosotros. Nos metimos los tres a la casa y nos sentamos en unas escaleras que conducen al subterráneo. Cuando otras bombas tumbaron las puertas, nos fuimos para el fondo del lugar. Estuvimos ahí por muchas horas hasta que por fin llegó un soldado y preguntó si había alguien en el sitio. Nos sacaron cargados. El pueblito no se reconocía cuando salimos".
Jaculatoria
Beatriz Elena Gómez, mamá de Andrea, cuenta que Alberto, su papá, quedó con heridas en la cabeza, las manos y los pies. A su hija se le enterraron esquirlas en la cabeza, las manos y el cuello.
"Hace tiempo en el colegio de Estados Unidos les tocó presentar una obra y ella contó esa historia. Allá no lo podían creer. Quedaron aterrados", agrega.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015