"Nos cambió la vida", dijeron peregrinos que vieron al papa

LA PATRIA | MANIZALES

"Apenas lo vi se me salieron las lágrimas, me emocioné mucho. El papa es un hombre de Dios", respondió Luis Alveiro Salazar al preguntarle sobre su experiencia de la misa campal en el aeropuerto Olaya Herrera, de Medellín.

Él se preparó durante tres meses para la visita papal, oraciones, misas y lecturas bíblicas hicieron parte de la organización. Él no fue solo, peregrinó con su familia y 280 personas más de 7 parroquias de Manizales.

El viaje empezó el pasado viernes a las 2:00 p.m. en la Plaza de Toros, allí los esperaron 7 buses para transportarlos hasta la estación La Estrella del Metro de Medellín.

"Llegamos a las 7:00 p.m. Durante el recorrido rezamos y nos encomendamos a Dios, pero la ansiedad fue más, queríamos ver al papa y escuchar una palabra que nos consolara", comentó Salazar, quien recordó que tuvo que caminar una hora desde la estación Industrial del Metro hasta el aeropuerto.

Este grupo de peregrinos esperaron dos horas para ingresar, de 8:00 p.m. a 10:00 p.m.. Pasaron toda la noche en vigilia entre meditaciones, cantos y predicación. "La experiencia de dormir en el suelo, aguantar frío en la noche, de no comer bien y estar de pie por mucho tiempo lo interroga a uno. Lo que viví es para crecer en la fe y el amor a Dios".

Misa campal

Un millón 300 mil personas asistieron a la misa con el papa, que no comenzó a la hora prevista, porque las malas condiciones climáticas impidieron que el papa se desplazara en helicóptero.

Como si fuera un milagro divino cuando inició la misa dejó de llover, así lo afirmó Lina Salazar, una de las tres hijas de Luis Alveiro.

Una hora duró la eucaristía que celebró el obispo de Roma, quien en su homilía dejó tres tareas para ser un buen discípulo de Jesús: ir a lo esencial en la vida, renovarse sin miedo con valentía e involucrarse con los más pobres.

"La misa con el papa nos cambió la vida. Lo importante no fue verlo, sino escucharlo, saber que Dios nos ama. Regresamos a Manizales cansados, pero felices, lo que viene ahora es reflexionar y poner en práctica lo aprendido", agregó Luis Alveiro.