Monseñor Óscar Aníbal Salazar realizó sus últimas confirmaciones en el oriente de Caldas

ÓSCAR GÓMEZ

LA PATRIA | PUEBLO NUEVO

El obispo de la Diócesis de la Dorada-Guaduas, monseñor Óscar Aníbal Salazar, realizó en los corregimientos Pueblo Nuevo y Arboleda, y en Pensilvania, las últimas confirmaciones de su trabajo diocesano.

La joven Estefanía Jiménez Marín inició su preparación para recibir el sacramento de la Confirmación en Madrid (Cundinamarca); sin embargo, se trasladó a Pueblo Nuevo donde viven sus padres y abuelos, que le insistieron en continuar su preparación por la visita del obispo. Ella asistió puntual, junto con niños de las veredas, a las charlas que dictaron catequistas.

El día de la Confirmación, el obispo le preguntó al sacerdote si los jóvenes estaban preparados para el Sacramento, y respondió que le constaba su preparación. En el templo, padrinos y madrinas hacían fila al lado de cada uno de los 19 confirmantes y con la mano derecha sobre su hombro, como signo de apoyo en la fe.

Todos se aproximaron al altar para recibir en la frente la unción del Santo Crisma y que les impusieran las manos.

El obispo invitó a los jóvenes a ser imitadores de los buenos actos, los felicitó por recibir el Espíritu Santo y por portar la fe de la iglesia a través de sus vidas. Al salir del templo, los consagrados posaron y sonrieron para la foto con el obispo.

Monseñor Salazar indicó que ya está de salida como obispo titular. "Cumplí la edad de retiro". Como obispo emérito se radicará en Medellín, junto a su familia.