Mi Granjita, agroturismo en la vereda Morrón de Pensilvania

Foto | Rubén Darío López | LA PATRIA La principal actividad en Mi Granjita, de Eliécer Isaza, es la aclimatación de alevinos. La semilla permanece entre 10 y 15 días en los estanques para luego destinarlas a fincas de la región.

Sábado, Julio 3, 2021

Se destaca por el fomento piscícola en la región. Un empresario que innova. Llegó desplazado y ahora emprende.

Rubén Darío López

LA PATRIA | Pensilvania

A siete kilómetros de Pensilvania, en la vía que comunica con Manzanares en el sitio Alto de Morrón, el emprendedor Eliécer Isaza trabaja arduamente para sacar adelante “Mi Granjita”. En este sitio se puede almorzar, tomar el algo en familia y disfrutar de una tarde en contacto con la naturaleza, con el aire puro y con el paisaje.

Eliécer llegó a Pensilvania con su familia campesina, desplazado por el conflicto armado desde Argelia (Antioquia) en diciembre del año 2003. Aquí recibieron ayuda del párroco Germán Llano Ruiz (fallecido) y poco a poco sale adelante. Su mamá falleció hace dos años y debido a eso, su padre y sus hermanos tomaron diferente rumbo.

Fue entonces cuando este hombre de piel cetrina y manos encallecidas se propuso establecer un sitio ecológico, turístico y de utilidad para la comunidad, que impulsara la piscicultura y así aplicar lo aprendido en el Sena.

Él dice: “Desplazado es aquel que se queda esperando a ver qué le dan y sigue esperando más. De ahí no pasa”.

Enseña a pescar

Actualmente Mi Granjita cuenta con variedad de animales y de cultivos. Al sitio llegan campesinos de diferentes veredas del Oriente de Caldas para adquirir semilla de cachama, mojarra, carpa y mojarra plateada, alevinos aclimatados procedentes de Viterbo (Caldas) y de Líbano (Tolima).

Además, brinda capacitación para establecer cultivos y cría de peces con buenas técnicas de producción y rendimiento en los estanques que poco a poco se multiplican en el municipio. Buena parte de la producción de Mi Granjita es vendida en la galería de Manizales, a donde cada 15 días despacha.

“87 personas, entre piscicultores y potenciales criadores de peces, han llevado semilla para sus fincas en Victoria, Samaná, Marquetalia, Manzanares y corregimientos de Pensilvania. En la cabecera municipal la demanda es baja porque no tenemos arraigada la cultura del consumo de pescado, pero este gusto lo estamos fomentando poco a poco”, precisa Isaza.

Luis Gonzaga Martínez. De Planes (Manzanares).

Vine a llevar mojarra y cachama porque un amigo me motivó a ensayar con esta semilla que tiene fama de que sale muy buena y con bajo índice de mortalidad.

Humberto Builes. Vereda Santo Domingo, corregimiento San Daniel (Pensilvania).

Llevo cachama roja para tres estanques que tengo listos porque le tengo fe a este proyecto. Espero una buena comercialización de la producción, aunque yo creo que hay que sacarla para otro lado.

Serafín Gaviria. Vereda La Rioja (Pensilvania)

Varias veces he llevado semilla con buenos resultados para el consumo familiar. La actividad con el estanque y cuidado de los peces es un complemento de mis labores en la finca porque me gusta.

José Adolfo Jaramillo. Vereda El Silencio (Samaná)

Llevo dos mil alevinos de mojarra roja y negra y cachama, aunque mi proyecto es llegar a establecer 10 mil o 12 mil unidades en trabajo comunitario para beneficio de toda la vereda. De esta semilla he sacado producción de buena calidad, tres pescados por kilo.

El dato

Los alevinos tienen un precio entre 280 y 300 pesos cada uno.