La culebra Taya X acecha en Victoria

RICHARD AGUIRRE

LA PATRIA | MANIZALES

Tres muertos y seis heridos por mordeduras de la culebra Taya X o Mapaná es el reporte que tiene la Alcaldía de Victoria, en el oriente de Caldas, como balance del 2016.

Las datos generan temor en la comunidad, sobre todo rural, pues denuncian las dificultades de atención médica para estos casos y la ausencia de suero antiofídico, fundamental para atender a los afectados.

Las víboras aparecen hasta en las camas, reportó Flor Valencia, habitante de la vereda La Pradera. "Hemos tenido muchos accidentes con estos animales. Vivimos con temor, cuando nos despertamos no sabemos si vamos a pisar una".

Lida Stella Rojas, habitante de Victoria, considera que faltan acciones para controlar los casos y cuestionó que a las comunidades no las escuchan. "Desde hace un año se registra un aumento, pero desafortunadamente nada ha pasado", lamentó.

Juan David Arango Gartner, director de Corpocaldas, explicó que se trata de un asunto de cambio climático. Al incrementar las lluvias y modificarse la temperatura de la zona, las culebras buscan territorios más cálidos. Agregó que lo más crítico es la ausencia de un protocolo que indique cómo actuar en caso de mordedura de una culebra o qué hacer cuando las encuentran en las casas, pues la recomendación es no exterminarlas.

Sin suero antiofídico

Otra queja es la del alcalde, Juan Alberto Vargas Osorio, relacionada con la ausencia de suero antiofídico. Cuestionó que este suero es escaso y restringido para hospitales de segundo nivel, como el de su municipio. "Aprovecho para hacer un llamado para que el suero esté en nuestro hospital y no tengamos que ir hasta La Dorada, porque en ese viaje se puede morir el paciente", resaltó.

Jaime Acosta, director del hospital San Simón, agregó que sigue siendo alta la tasa de accidentes ofídicos en el 2016 en Victoria (ver recuadro Accidentes ofídicos por año). "Teníamos dos proveedores de suero que nos surtían, pero se agotaron. En este momento tenemos en el inventario, pero son cantidades mínimas que no dan abasto para responder ante el incremento de estos casos", resaltó Acosta tras manifestar su preocupación por la falta de atención eficaz que se pueda entregar ante cualquier accidente de este tipo, considerado como de riesgo extremo. Gerson Bermont Galavis, director de la Territorial de Salud de Caldas, indicó que el hospital de Victoria nunca se ha quedado sin dosis y que actualmente la Territorial cuenta con 58 dosis de suero antiofídico.

Ayer, Corpocaldas se reunió con habitantes de Victoria. Concluyeron que el próximo martes, a las 3:00 de la tarde, habrá una reunión en La Pradera para definir una ruta de atención a las dificultades que viven con las Mapaná.

Tasas de accidentes ofídicos

- 2016

Tasa de 27 por cada 100 mil habitantes. En Caldas fue de 4.

- 2015

Tasa de 47 por cada cien mil habitantes. En Caldas fue de 6%.

- 2014

Tasa de 58,8 por cada cien mil habitantes. En Caldas fue de 5,3%

Tenga en cuenta 3 aspectos

1. La serpiente Taya X o Mapaná, es considerada la más peligrosa de América del Sur, y abunda en zona rural del oriente de Caldas.

2. La mordedura de este animal puede producir la muerte.

3. Según Corpocaldas, la masiva presencia de este tipo de víboras podría generar desequilibrio ambiental. Lo que se recomienda, ambientalmente, es capturarlas y liberarlas en otras zonas más favorables.

4. La principal recomendación es saber dónde pisa, en especial con los niños y evitar entrar a pastizales.

5. Lo más importante, en caso de un accidente, es buscar atención médica inmediata.

Atacan en peligro

Beatriz Toro, bióloga y docente de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Caldas, explicó que las Taya X son venenosas, pero solo atacan cuando se sienten en peligro. Señaló que casos como el de Victoria (Caldas) se dan porque su hábitat se ha ido reduciendo. "Su principal alimento son los roedores, eso es lo que buscan cuando se mueven hacia otras zonas".

Recomendó a los habitantes procurar mantener los alrededores de sus casas limpios, sin basuras ni desechos de alimentos que puedan convertirse en foco de roedores. Además, recomendó hacer rocería de los campos o pastizales que rodean los hogares, para que sea más fácil identificarlas.