ALBEIRO RUDAS

LA PATRIA | ANSERMA

En la vereda Los Encuentros, vía que de Anserma conduce a Mistrató (Risaralda), existe un gran peñasco que durante la construcción de la carretera fue necesario dinamitar para abrir camino.

De esta práctica quedaron salientes rocosas y abismos, que en la década de los años 50 ocasionaron muchos accidentes de vehículos que se precipitaron al rio Risaralda, causando víctimas mortales y muchos heridos.

El sacerdote Luciano Arias fue quien sugirió a esta comunidad construirle una gruta a la Virgen del Carmen y detener así, con la ayuda divina, la racha de accidentes.

Regresa la protectora

Noelba Yorladis Ortiz, habitante de la vereda, dice que la Virgen ha sido protectora y guardiana de este sitio solitario y escarpado. Hace dos meses, cuando recibió la noticia de que la imagen había sido decapitada por vándalos, no obstante haber sido restaurada en enero de este año, inició una campaña de recolección de fondos con vecinos y conductores de vehículos que recorren la carretera.

Logró reunir un poco más de un millón de pesos, con lo que encargaron una nueva imagen de la Virgen del Carmen. El pasado 27 de julio organizaron una caravana hasta el sitio de la gruta, ya pintada y restaurada de nuevo.

El sacerdote Uriel Palacio, párroco del templo del Carmen, bendijo la nueva imagen y realizó en el sitio una eucaristía, acompañado de un gran número de motos y vehículos.

Comunidad de la vereda Los Encuentros y conductores de servicio público que usan esta vía destapada, coincidieron en que a partir del año próximo, durante las fiestas de la Virgen del Carmen, organizarán nuevamente la caravana y celebrarán la misa como se hacía antiguamente.

Conductor agradecido

Aurelio Marín, quien conduce un Ford modelo 48, decidió el año pasado desmontar la imagen y llevarla por partes al taller de restauración de la artista plástica Elsa María Arias, en Anserma. Tras varios meses de trabajo fue reparada y luego llevada al templo Santa Bárbara para ser bendecida. En enero pasado la trasladaron, en un recorrido de nueve kilómetros por la vía destapada, hasta la gruta, la cual fue pintada. Cinco meses después, los vándalos decapitaron la imagen y dañaron la gruta. Aurelio se quejó que después de tanto esfuerzo para reunir recursos y restaurar la imagen, existieran personas que no respetaran la devoción como creyentes.

Recordó que a principio de este año cayeron sobre la vía, cerca a la gruta, grandes rocas que podrían haber causado muertos o heridos, pero no sucedió nada. Por eso se considera un fiel devoto de la Virgen, y cada que pasa por el sitio, le enciende veladoras.