Óscar V. Mejía
LA PATRIA | Manizales
Salto mortal, de Carlos Gardel o el Zorzal Criollo como era conocido, es la canción preferida de Luis Sierra, manizaleño amante del tango y al cantante argentino que murió en Medellín en un accidente aéreo el 24 de junio de 1935, hace 80 años.
Luis tiene un sitio especial en su casa en el barrio Campo Hermoso, al que le dice el Rincón Porteño, sus paredes están decoradas con fotos de varios artistas del mundo del tango, pero sobresalen las de Gardel.
La historia de Luis hace parte de las miles y miles que se han tejido durante estos 80 años.
Por la casa de Napoleón
La carretera empedrada se convierte, a medida que se camina, en un estrecho sendero. “Señor, pero dicen que por aquí velaron a Gardel”. El campesino se queda callado. “El que sabe de eso es don Napoleón Orozco”, asegura una voz femenina.
Al final del camino aparece, detrás de tres árboles de mango, una casa blanca y roja, con piedras perfectamente ubicadas como tapete a la entrada. LA PRADERA, estampado en la pared, define el nombre de la finca y del sector.
La afirmación parece increíble: allí estuvieron los restos mortales de Carlos Gardel, la leyenda mundial del tango. “Qué bueno que yo hubiera nacido en esa época para haber visto eso”, dice don Napoleón, quien nació en 1936, justo al año siguiente del paso de los restos de Gardel por la casa de la finca de sus familiares.
Napoleón se convirtió en un seguidor de la milonga y el tango. “Vea, ahí en el corredor de la casa fue donde tuvieron los restos de Gardel”.
Antonio “el Mono” Montoya y “Pepe” Meza, dos legendarios arrieros de la zona, según don Napoleón, tuvieron la misión de recibir los restos de Gardel y llevarlos a Supía.
Gardel perdió la vida el 24 de junio de 1935 en un accidente aéreo en el aeropuerto de Medellín. Ese día chocó el trimotor F31, en el que viajaba, con otra aeronave similar llamada Manizales. 15 personas murieron y al ídolo musical lo sepultaron al día siguiente en el cementerio San Pedro de Medellín.
Francisco Echavarría, uno de los sepultureros, recordó el año pasado, motivo de los 70 años de la muerte de Gardel: "Fue en la parte de atrás del cementerio, en la puerta norte, y había muchísima gente que mientras lloraba, cantaba...".
Ataúd y baúles
Seis meses después se inició el tortuoso recorrido, que incluyó a Supía, Riosucio y Anserma, para llevar los restos a Buenos Aires. Uruguay aseguraba que el cantante nació en Tacuarembó, al sur del país, y Francia reclamaba que en Tolouse. Sin embargo, al final fue Argentina, la tierra donde creció el artista, la que se quedó con los despojos mortales.
La caja mortuoria, fabricada en metal, con unos 20 baúles, partió el 17 de diciembre de 1936 en tren con rumbo a Buenaventura (Valle), donde la esperaría Defino. El ferrocarril llegó a La Pintada. El cortejo fúnebre continuó su ruta y en una berlina (coche pequeño cerrado por lo general con dos puestos atrás) prosiguió hasta arribar a Valparaíso.
Con placa en Riosucio
María Trejos de López solía contar historias a sus nietos. Sin embargo, en el repertorio de la abuela estaba una que llamaba más la atención de su nieta Luz Marina Escobar. Se trataba de la velación de Carlos Gardel en la casa de la familia.
La vivienda está ubicada enseguida del templo de San Sebastián. Se presume que la casa gigante de dos pisos tiene cerca de 100 años, pues la iglesia la construyeron en 1867 y a su alrededor surgieron residencias. “El sitio exacto de la velación es en los bajos donde hoy funciona Mueblería y Variedades La Taborda”, dice doña Luz Marina.
La señora advierte que no había nacido cuando ocurrió el hecho. Asegura que en su casa pernoctó la delegación que llevaba el cadáver rumbo a Buenaventura.
En otra publicación del año pasado se cita al escritor colombiano Fernando Cruz, quien describe: “...pero un accidente ocurrió poco antes de que llegaran a Riosucio, cuando algunas de las mulas se desbarrancaron y dejaron al descubierto los documentos en que constaba el nombre del cadáver ilustre. La noticia corrió de boca en boca y cuando el cortejo entró a Riosucio ya era vox populi”.
En la casa de doña Luz Marina pegaron entre la entrada principal y la mueblería una placa que tiene dos leyendas, una dedicada al paso de Gardel por Riosucio: “...Igualmente en esta casa permanecieron por una noche las cenizas de Carlos Gardel, el rey del tango, quien vivió entre 1890 y 1935. Su voz quedó para siempre en el alma popular”.
La última estación
La ruta con los restos de Gardel siguió hacia Cali. Cuando llegaron a Buenaventura apenas se iniciaba un viaje en barco que comprendería Panamá. En avión los trasladaron a Río de Janeiro, después a Montevideo. Finalmente a Buenos Aires, donde lo sepultaron, ochos meses después de su muerte.
La historia de Gardel en Caldas se sustenta en relatos nacionales e internacionales, a pesar de que abundan las especulaciones. Algunos sólo mencionan a Anserma, otros a Supía y a Riosucio. Se habla de romerías haciendo fila para tratar de ver el cuerpo sin vida. Nadie sostiene fechas y rutas exactas.
En todo caso en los tres municipios están seguros de la leyenda.
La última canción
Carlos Gardel viajaba de Medellín a Cali después de una presentación a cumplirle a sus cientos de fans en el Teatro Jorge Isaacs, pero el fatídico accidente se cruzó en su destino y calló para siempre la voz que lo ha hecho inmortal.
Dicen que la última canción que cantó fue Tomo y obligo.
Luego subió a la avioneta junto a sus músicos y acompañantes, la misma que se estrelló con otra aeronave al despegar.
Las más sonadas
*Volver
*Por una cabeza
*Mano a mano
*Adiós muchachos
*Cuesta abajo
Los restos de Gardel pernoctaron en Anserma
Foto | Albeiro Rudas | LA PATRIA
En la vereda Partidas en la vía Ansema-Riosucio, funcionó una sucursal de la empresa Expreso Rico Villa, que prestaba sus servicios en transporte de carga y correo, allí llegaron las mulas con los baúles del equipaje de Carlos Gardel y el ataúd con sus restos y luego siguieron a Pereira, la antigua casa fue demolida por su mal estado y hoy está esta casa de
ladrillo, Fanny López dice que fue su tío Jesús María López a quien le correspondió atender a los responsables de transportar los restos de Carlos Gardel, y dice que muchas personas todavía acuden a este sitio para preguntar sobre este episodio.
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Foto | Solalba Díaz | LA PATRIA
LA PRADERA, la casa de la zona rural de Supía, por donde dicen pasa el fantasma de un militar con las alforjas cargadas de oro, también es parte del recinto del occidente que mantiene vivo el histórico paso de los restos de Gardel por Caldas.
Foto | Freddy Arango | LA PATRIA
Luis Sierra mantiene vivo el recuerdo de Carlos Gardel en el lugar favorito de la casa, el Rincón Porteño.
Foto | Freddy Arango | LA PATRIA
Estas son las fotos que cuelgan de las paredes de los negocios de la Calle del Tango. Sitio tradicional en Manizales donde se vive este ambiente bohemio.
Foto | Freddy Arango | LA PATRIA
Gardel es recordado por todos sus admiradores, y sus canciones no han dejado que su voz deje de sonar a lo largo del mundo.
Imagen tomada de internet | LA PATRIA
Este es el mausoleo en el cementerio Chacarita, en Buenos Aires (Argentina), donde reposan los restos de Carlos Gardel. Su ataúd fue puesto sobre el de su madre y le hicieron una estatua en su honor.
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