“Es una decisión tomada, no aspiraré: Germán Cardona

Luis Francisco Arias B.

LA PATRIA | Manizales

“Agradezco mucho a quienes han hablado de la opción de que yo vuelva a aspirar a algún cargo público en Caldas, pero creo que cuando uno ya los ha ocupado lo mejor es permitir que otras personas lleguen a ellos”.

Así se refirió el exministro y exembajador Germán Cardona Gutiérrez ante la posibilidad de que su nombre sea considerado para la Alcaldía de Manizales o la Gobernación de Caldas en las elecciones del 25 de octubre.

“Es una decisión tomada, no aspiraré. Creo que hay mucha gente en Manizales y Caldas con la capacidad para esas responsabilidades. Lo único que me interesa es que elijan un buen gobernador, un buen alcalde y unas buenas personas en el Concejo y la Asamblea”.

Aunque se declaró desinformado de la realidad política local, y dijo que por ahora no podría sugerir nombres, mencionó a Guido Echeverri Piedrahíta como una buena opción.

“He oído que hay gente interesada en que él regrese a la Gobernación, lo que sería excelente para la región. No he tenido la oportunidad de hablar con Guido, no lo veo desde hace unos dos años, pero si eso es así me alegro mucho”, manifestó.

De lo que sí se mostró seguro es que para la Alcaldía no ve candidatos. “No tengo absolutamente ningún nombre que pueda sugerir o pensar en él”. Sin embargo, no descartó que más adelante pueda acompañar a alguno.

“Si surge una persona que reúna las condiciones, la seriedad y ante todo el carácter para gobernar sin presiones políticas, sin permitir que nadie lo manipule, sin duda habría que apoyar esa persona”, expresó enfático.

Aliado total de Santos

Cardona Gutiérrez llegó hace cerca de un mes al país, después de estar poco más de dos años al frente de la delegación diplomática colombiana en el Vaticano, donde fue el único embajador hasta ahora al que le tocó conocer a dos papas vivos, Benedicto XVI y Francisco.

A su regreso le manifestó al presidente Juan Manuel Santos que su único interés era volver a ejercer la actividad profesional de ingeniero civil. “Llevo más de cinco años sin ejercerla, y esa es la decisión que he tomado, volver a dedicarme a mis asuntos particulares”.

Recordó que la firma de interventorías que tenía antes la vendió cuando ingresó al Gobierno en el 2010, y que ahora enfocará sus esfuerzos en la constructora que viene manejando su hijo, Rafael, la cual se dedica a ejecutar proyectos de desarrollo de vivienda.

“Obviamente, espero estar al tanto de la vida pública y política del país, pero sin estar participando activamente”.

Como muestra de ello, no ahorró palabras para expresar su apoyo al presidente Santos. “Soy un aliado total de él, no de ahora sino desde hace más de 20 años. Le tengo un afecto, un cariño y un respeto muy grandes, es una amistad que afortunadamente trasciende los temas públicos y políticos”.

Aseguró que la paz ha sido una obsesión de Santos desde que lo conoce. “Él la ha visto como un imperativo… que tenemos que luchar para que las futuras generaciones vivan en un país en paz”.

Por eso, pidió respaldo para las políticas del Gobierno en ese sentido, y agregó: “Espero que los señores que están al margen de la ley entiendan que eso es lo que queremos el 99% de los colombianos, que tengamos un país en paz”.

Importancia de las elecciones

Cardona Gutiérrez destacó que las próximas elecciones locales serán definitivas para el futuro del país, entre otras razones, porque serán una forma de ratificar el interés por la paz.

“Espero que esa especie de plebiscito se dé a favor de la paz, y que el país pueda pensar y decir que estamos trabajando por un desarrollo inmenso”.

Explicó que al estar fuera de Colombia dimensionó aún más la importancia de ese propósito. “Cuando uno está en Europa y recorre tantas regiones… Italia es tal vez el país más bello que he conocido, y lo compara con la hermosura de nuestros paisajes, la calidad de la gente, lo afectuoso y amable que es el colombiano, lo que uno quisiera es ver a este país en paz”.

Por eso, consideró vital que en las próximas elecciones se escojan gobernantes que enfoquen sus esfuerzos hacia el logro de ese fin. Añadió: “Espero que sigamos luchando y trabajando por el bienestar de Manizales y Caldas, y de Colombia que es lo que a todos nos compete”.

¿Cómo ve a los actuales mandatarios?

“Estoy un poco desinformado. Al estar tanto tiempo fuera del país, uno se aleja de la realidad de su ciudad y su departamento. He oído comentarios de que tanto el Gobernador como el Alcalde han tratado de hacer lo mejor, y espero que así sea”.

“Con Julián Gutiérrez tengo unas relaciones estrechas desde hace muchísimos años, más desde el punto de vista de los toros que desde lo político, y tengo una relación cordial con el alcalde Jorge Eduardo Rojas, y espero que les vaya muy bien en el resto de sus gestiones”.

¿Qué destaca de su paso por el Vaticano?

“Fueron dos años larguitos excelentes. Fue un regalo que recibí de Dios, y un punto de apoyo muy grande del presidente Santos, quien una vez tomé la de decisión de retirarme del Ministerio de Transporte me ofreció ocupar varias embajadas en el mundo, entre esas la del Vaticano, donde hicimos una gestión muy interesante”.

¿Qué balance hace de su paso por el Ministerio de Transporte?

“Estoy absolutamente satisfecho de lo que ha sucedido con la infraestructura. Cuando Juan Manuel Santos ganó la Presidencia en el 2010, yo le manifesté que en el Ministerio de Transporte él iba a requerir una persona dispuesta a decirle al país que había que estructurar los proyectos antes de ejecutarlos, porque uno no podía estar haciendo obras a la topa tolondra. Uno o dos días después me llamó y me ofreció el cargo, y yo lo acepté de inmediato. El primer año nos dedicamos a estructurar proyectos, no hicimos obra, eso inclusive generó malestar en algunos sectores que hoy reconocen que se hizo una labor importante”.

“Me correspondió darle vida a la ley de asociaciones público privadas, en unión del ministro de Hacienda de la época, Juan Carlos Echeverri, y del director de Planeación, Hernando José Gómez, un gran amigo que también es de nuestra región”.

“Me siento muy satisfecho de haberle dado vida a las concesiones de cuarta generación que están jalonando el desarrollo de la infraestructura. Y me metí en un tema que fue muy duro en un principio, pero que hoy es reconocido, y es haber acabado con los anticipos en las obras que adjudica el Ministerio de Transporte”.

¿Qué piensa de lo sucedido con Aerocafé y la vía a Bogotá?

“Sobre Aerocafé, del cual algunas personas en Manizales de manera irresponsable y tendenciosa han dicho que yo primero lo apoyé y que después me sustraje de él, quiero decir que cuando Gustavo Robledo Isaza, hace unos 15 años, me dijo que para tener un avión volando una primera etapa valdría máximo de 25 a 30 millones de dólares, no dudé en pedirle al Comité de Cafeteros que analizara esa propuesta, y tengo entendido que hizo lo que le correspondió. Después me retiré de la Alcaldía, y lo que me ha sorprendido es que hasta el momento le han invertido cerca de $250 mil millones, si las cifras no me fallan”.

“Me parece una irresponsabilidad que se hubiera embarcado la ciudad y el departamento en un proyecto de esa envergadura, sin haberlo estructurado primero. Hicieron movimientos de tierra y unas obras iniciales casi sin control, y eso ha generado problemas muy graves. Dicen que para terminarlo se necesitaría cerca de un billón de pesos, una cifra inmensamente grande, y creo que el espacio fiscal del país no da para eso”.

“Tengo información, que ojalá alguien corrija o corrobore, que si giran la pista como lo han sugerido, habría que mover unos 5 millones de metros cúbicos de tierra, una cifra escandalosa, absolutamente costoso, y además, un muro de contención muy grande que hicieron también se tendrían que desechar”.

“Con respecto a la vía a Bogotá, he sido un defensor de ese proyecto. Se han hecho unos mejoramientos excelentes de la vía actual Manizales-Mariquita, y el presidente Santos anunció recientemente la aprobación de una asociación público privada para otra vía (por Murillo y Líbano, en Tolima) que va a ser muy importante para Caldas, sumada a todas las obras que se hicieron y se están haciendo entre la estación Uribe y Maltería”.