Dolly, una vida entregada al trabajo en Aranzazu

Diego Salgado

LA PATRIA | ARANZAZU

Dolly Alzate Jaramillo divide su tiempo entre la Secretaría de Educación y la Institución Educativa Pío XI, de Aranzazu. En la primera trabaja como auxiliar administrativo desde hace 17 años y, en la segunda, hace 11 años es aseadora.

Pero Dolly no solamente se dedica a barrer y a sacudir cada rincón de la institución, también es la que atiende la portería, hace citaciones, entrega la correspondencia y los refrigerios a los estudiantes. Por ello, con el pasar del tiempo se convirtió en una persona admirada y querida por los directivos, docentes y alumnos.

Su rutina comienza a las 5:00 de la mañana. Deja preparados los alimentos desde el día anterior y antes de salir para el colegio se toma un tinto, se persigna y se encomienda al Señor de los Milagros.

"Hago el trabajo con amor, gusto y ante todo con mucho cariño”, manifiesta, Dolly mientras barre un pasillo.

Descripciones

Jorge Iván Serna es su compañero en las labores administrativas. Él la describe como una mujer espontánea y que se la lleva bien con todos.

En un comienzo a Dolly le parecía duro el trabajo pero, según ella, “con amor y dedicación las cosas se logran”. Además, gracias a este trabajo sacó adelante a su hija, quien ahora es Administradora de Empresas.

Aleyda Isaza Vélez, rectora de la institución, la define como una persona sensible, colaboradora y dispuesta a todo.

La docente Diana Milena López la describe como una mujer extrovertida, servicial, simpática y que realiza muy bien su trabajo.

Julián David, de undécimo grado, agrega: "Dolly es muy chévere y cuando puede es recocha y muy elegante, por eso la respetamos mucho".

Dolly termina a las 4:30 de la tarde su trabajo, regresa a su casa y espera la hora de dormir para rezar y prepararse para empezar un nuevo día de actividades en el colegio, que es su segundo hogar.