Con 102 años es la abuela mayor de Verdum (Chinchiná)

Julián García
LA PATRIA | CHINCHINÁ

Los dolores reumáticos le impiden caminar con rapidez. Oye y ve poco. Sin embargo, esto para Ernestina Díaz Toro no es un impedimento para expresar que quiere vivir otros 100 años más, pues hace poco celebró sus 102 años en compañía de sus compañeros del Centro de bienestar y protección social del adulto mayor Verdum.

Allí habita desde hace 10 años y es la adulta mayor con más edad del lugar. Cuenta que nació en Marsella (Risaralda), pero que se crió en la vereda El Trébol de Chinchiná. "Trabajé cogiendo café, desyerbando, en otras labores agrícolas", dice.

Durante sus largos años de vida ha cambiado tres veces de cédula. Pasó por la gris en forma de libreta y las otras dos plastificadas. Sus amigos la describen como una persona amable, servicial y callada. "No se mete con nadie, no pone problema", indican. 

Vitalidad
A Ernestina le tocaron todos los acontecimientos del siglo pasado. El invento del avión, la primera y segunda guerra mundial, la llegada del hombre a la Luna, la caída del imperialismo europeo, la revolución tecnológica de los 80 y el comienzo del siglo XXI, entre otras.

Agrega que tiene una hija y dos nietos. No tiene ningún secreto para conservarse llena de vitalidad y con ánimos de seguir viviendo. "Como de todo lo que me dan, no me cuido".

Capacidad
Alexánder García, director del Centro de bienestar y protección del Adulto Mayor Verdum, afirma que en total alberga 57 abuelos y que para la primera semana de noviembre ingresarán tres personas más, para un total de 60. De ellos, 43 están protegidos por el Estado y los restantes tienen capacidad de pago.

El dato
31 abuelos habitaban en el centro en el 2012