Así se rejuvenecen las imágenes religiosas en Anserma (Caldas)

Albeiro Rudas García

LA PATRIA | Anserma

A un costado del templo Santa Bárbara y en un garaje del despacho parroquial, una fila de imágenes religiosas, desde los 12 apóstoles, el Cristo crucificado y el resucitado y la virgen María permanecen inmóviles, algunos envueltos parcialmente en papel periódico en espera de las manos expertas del joven Luis Guillermo Rincón Restrepo.

La puerta entreabierta que da a la calle para facilitar el secado de la pintura al óleo, permite que algún curioso que transite por el sector se asome y manifieste su asombro y sorpresa por la extraordinaria fisonomía casi real de estas imágenes, las cuales están siendo restauradas algunas, reparadas otras y retocadas unas más para que luzcan perfectas en los diferentes actos y procesiones de esta Semana Santa.

Rincón Restrepo es bachiller de la institución educativa de Occidente y licenciado en artes visuales, con énfasis en escultura. De ahí que sea llamado por sacerdotes de varios municipios de Caldas y Risaralda para restaurar imágenes.

Afirma que cada imagen, dependiendo del estado de conservación, le puede llevar en su restauración una semana y en algunos casos hasta meses, debido a que existen materiales que hay que esperar su secado y efectos finales en los rostros y piel.

Luis Guillermo dice que las imágenes de madera y yeso con ojos de vidrio se han vuelto muy escasas y ahora predomina el acrílico y la fibra de vidrio por su bajo peso y duración. Por eso, agrega, es importante conservar las técnicas antiguas aplicando materiales contemporáneos.

Recomendaciones

Luis Guillermo fabrica cualquier figura en acrílico o fibra de vidrio. Al preguntarle por las recomendaciones para las personas que tienen figuras religiosas en su casa, especialmente antiguas.

Dice: "No se deben exponer a la luz directa del sol, evitar áreas húmedas.

No usar disolventes para limpiarlas y cuando sufran alguna avería, especialmente las de yeso y madera, no tratar de repararlas usando pegantes y materiales comunes que lo que consiguen es aumentar el daño y dificultar la verdadera restauración.

Retocar o restaurar una imagen puede costar hasta $700 mil, si no está muy averiada, y adquirir una nueva en yeso o acrílico puede costar de 3 a 4 millones de pesos, de aquellas que se fabrican en serie.

Sugerencia

Como escultor, Luis Guillermo Rincón Restrepo dice que dentro de la remodelación del nuevo parque de Robledo en Anserma, la Administración podría pensar en ubicar allí un trabajo de escultura especial que refleje el cambio cultural y exprese el verdadero significado de la colonización rescatando un pasado histórico y ancestral.

La tarea de restauración, reparación y retoque puede durar meses, según la intervención que requiera cada figura.