Inquietudes equino-ecuestres
Señor director:
Un escrito breve del año anterior señalaba lo que le había pasado a un potro árabe que adiestraban con martingala: quedó engatillado cual caballo español o como ciertos criollos que conquistan los mejores premios en las pistas de competencia. Hay que advertir que el árabe lleva o tiende a llevar la cabeza levantada.
Por otro lado y más recientemente, un distinguido amigo, refiriéndose a su ejemplar de raza Cuarto de Milla, decía que tenía un trote brusco pero que un arreglador o montador estaba tratando de suavizarlo. El trote brusco, duro o pesado es connatural a esa raza.
Las dos observaciones que anteceden hacen pensar en un criterio que los propietarios y también los amansadores, arrendadores, arregladores y montadores nuestros harán bien en considerar. En Colombia ha venido extendiéndose la afición por los caballos Cuarto de Milla, ibéricos (españoles y lusitanos) y árabes. De hecho, existen ya las correspondientes asociaciones de criadores y expositores. El criterio es mantener la idiosincrasia de cada raza y no “acriollar” sus ejemplares con una doma, una monta y un manejo típicamente criollos. Es necesario conocer bien la doma, la monta y el manejo tradicionales de esas o de otras razas.
Cierto perito en la materia hacía notar que los andares más estimados en la raza colombiana, el paso fino y el troche puro (este último más de moda hoy en día que el primero), son aires que se mantienen durante todo el paseo o cabalgata: el caballo de paso fino no sale de su paso y el trochador tampoco sale del suyo. En cambio, el caballo ibérico, el “western” (Quarter, Pinto y Appaloosa) y el árabe - para dar solo algunos ejemplos -, pasan, a lo largo del recorrido, del paso al trote, del trote al galope, y viceversa, lo cual es agradable para el jinete, pues, como suele decirse, en la variedad está el placer.
¿Que el trote de los caballos de las razas mencionadas es brusco? Entonces que el jinete o la amazona practiquen primero el trote levantado o a la inglesa, como hacen los carabineros a lomo de sus corceles Silla Argentina, para que luego puedan dominar el trote sentado o a la española. Que disfruten, en especímenes andaluces o portugueses, del mediogalope, un galope corto, semi-lento y cadenciado, que le produce al jinete la sensación de ir sentado en un balancín o silla mecedora. Y que experimenten, al galope de un pura sangre árabe, la sensación de volar en una alfombra mágica.
El estilo criollo de cabalgar y el estilo del Oeste americano exigen el uso de guardabarros en LA SILLA, no así la manera árabe o la costumbre ibérica, pues estos dos últimos modos piden botas altas o polainas, nada más, con la ventaja adicional de poder aplicar mejor las ayudas de las piernas.
A cada tradición ecuestre corresponde una forma particular de silla o apero. Sin embargo, para cabalgatas por campos y veredas el tereque ha demostrado ser la montura más cómoda y segura: cómoda porque carece de cabeza, cacho o pomo; segura porque el borrén delantero es un asa o agarradera. El tereque ha de tener un collar para sostenerse en su sitio cuando se trate de trepar. La baticola, por el contrario, no es necesaria para los descensos, pues la anatomía del animal basta para que el tereque no se deslice hacia adelante. Las alforjas son muy útiles, cosa evidente e indiscutible.
Don Cecilio Rojas
Sin adeptos
No comprendo por qué la gran mayoría de los sacerdotes que hablan sobre la fraternidad, el perdón y el olvido, la paz y el amor en los púlpitos llaman a los feligreses a votar por el no con el argumento de que Colombia se iba a convertir en otra Venezuela. Predican pero no practican y después preguntan que por qué nos estamos quedando sin adeptos.
Néstor J. Moreno Parra
No alentar odios
¿Cuál es la campaña negra del Centro Democrático de que habla el señor Fernando Alonso Ramírez en su columna de la revista Cereza? ¿Cómo es que va cambiando los nombres, a cuenta de qué le dice centro demoníaco? Eso dígaselo al señor Santos, que de santos no tiene sino el apellido. Los que perdieron están respirando por la herida, trabajemos todos por la paz de Colombia pero sin cambiarle nombres a nada, pues tan respetable es el uno como el otro. Dedique su columna no para alentar odios, sino para que todos encontremos la paz que tanto necesitamos en esta amada Colombia.
Gloria Inés Valencia
Sin comas
“El académico, Gonzalo Duque Escobar, calificó el hecho”, dice un pie de foto en la portada del 19 de octubre. El nombre entre comas hace pensar que el doctor Duque es el único académico. Quitadas las comas se afirma adecuadamente que el doctor es un académico.
Un profesor
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