Señor Director:
Conmocionó al mundo en días pasados la condena al superjuez español Baltasar Garzón por escuchas ilegales en la investigación de un caso. De no ser por la falta de valores que acusa nuestra sociedad, nos sorprendería que una persona mundialmente reconocida por su lucha contra la ilegalidad haya recurrido a esta misma para obtener condenas judiciales.
Lo que realmente sorprende son las reacciones en nuestro país a este hecho: "la autoridad colombiana ya no puede aceptarlo, sería un escándalo" (Procurador General Alejandro Ordóñez), "no tiene autoridad ni estatura moral para venir a revisar procesos ni para asesorar a nadie en materia penal" (Armando Benedetti), fueron solo algunas de las fuertes opiniones recogidas en el "mercado colombiano". No recuerdo haber escuchado opiniones de esta magnitud cuando la justicia colombiana condenó a Jorge Noguera por un proceso similar.
Olvidamos por supuesto el inconcluso y bochornoso escándalo de las "chuzadas" en nuestro país, que incluye a la prófuga de la justicia María del Pilar Hurtado y la cobarde actitud del ejecutivo al aceptar sin más la negativa del gobierno de Panamá de extraditar a la exdirectora del DAS.
Olvidamos que Luis Carlos Restrepo, excomisionado de paz y directo implicado en el engaño de la desmovilización de un frente guerrillero se le voló a la justicia colombiana la misma semana, al igual que Carlos Arturo Fehó se le perdió a Caldas desde el año pasado.
Por supuesto olvidamos también que los creadores de la perla "la corrupción es inherente al ser humano" tienen iPads en su supuesto sitio de reclusión, después de estafar y robarle al Estado y a todo el pueblo colombiano miles y miles de millones de pesos. Más grave aún es que la palabra "escándalo" y "corrupción" son las más pronunciadas en las emisiones de noticias de todos los días, pero las que menos nos sorprenden.
El público en general no se rasga las vestiduras por esto y prefiere sintonizar el Twitter de Uribe defendiendo criminales condenados (AIS) o ciudadanos haciendo curso de convictos a la distancia, y prefiere aceptar que "la justicia allá sí funciona" mientras Hurtado sigue de rumba en Panamá, Restrepo en la "clandestinidad", los Nule chateando y Garzón se despide para siempre de su carrera profesional.
Juan David Vargas Quiceno
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015