La población juvenil en Manizales: Un activo oculto
Señor Director:
¿Y por qué no?... Como han probado innovadores y creadores alrededor del mundo, y aquí mismo, no existe tal cosa como una mala idea. Cuando una idea llega a la imaginación, el corazón o hasta el bolsillo de un aliado con los recursos para ejecutarla, gana un valor que acelera su desarrollo e impacto. Ese primer cliente, la primera donación, el primer paciente, la primera política pública… los que están dispuestos a apostarle a las ideas, y por supuesto a su creador, son frecuentemente la respuesta a esa pregunta.
Más allá de sacar la universidad a la calle, lo cual sí crea comunidad, también debemos abrir espacios para que los jóvenes y estudiantes tengan posibilidad de llevar sus ideas del tablero a la acción, de encontrar el rol que tienen en la sociedad implementando sus propias ideas o siendo el motor colaborador para resolver los problemas más críticos de nuestra en sus entornos más próximos. A través de Startup Más los jóvenes universitarios en Manizales ahora cuentan con un espacio para aterrizar y emprender sus ideas de negocio, pero hace falta igual de énfasis y espacios para el emprendimiento social.
Pero para eso se necesitan recursos como instrucción, mentoría, consultoría, dinero, y muy frecuentemente capital humano. Quiero invitar a establecer una relación entre la columna titulada "¿Y por qué no?" y otra que la misma María Leonor Velásquez escribió en octubre pasado: "Si no fuera por dinero". En su columna de octubre María Leonor observó que ciudades alrededor del mundo han encontrado la conexión entre los problemas sociales y el valor del voluntariado, en sus palabras: los voluntarios "son la base de la innovación social para abordar muchos de los problemas complejos de la sociedad y también para la construcción de capital social".
Manizales tiene un activo oculto en esa población estudiantil vibrante a quien tradicionalmente se le ha enseñado a imaginarse su rol en la sociedad después de la U. Pero, por un lado los estudiantes requieren de experiencias más tempranas por medio de las cuales poner en acción lo que aprenden en el salón de clases y desarrollar las fundaciones para maximizar su potencial profesional y personal. Por otro lado, en conjunto esta población tiene la energía y el talento que necesitamos para empoderar esas 9.491 ideas y todas las soluciones a los problemas sociales que siguen agudizándose en todos los rincones de nuestra ciudad.
Sin embargo sería un error grandísimo decir que el voluntario es un recurso al que hay que acudir cuando no hay dinero para reclutar talento humano. Si bien el voluntariado es una solución eficiente, los mejores voluntariados son los que tienen doble impacto ya que ofrecen seguridad y oportunidades de aprendizaje únicas a los voluntarios. Desde 1994 más de 900,000 voluntarios en Estados Unidos han contribuido más de 1,2 billones de horas de su tiempo en servicio voluntario de tiempo completo aplicado a resolver los problemas más críticos de ese país, tales como la deserción escolar, el hambre, la contaminación, etc.
Más allá de la universidad también hay una oportunidad de poner en acción y retener el capital humano que se forma en Manizales, la "ciudad universitaria". En nuestro propio país existen más de 100 maestros que a través de Enseña por Colombia dedican los primeros años de su carrera, independientemente cuál sea, a ofrecer una experiencia educativa digna y de alta calidad en escuelas rurales y urbanas. Gracias a inversiones público-privadas estos profesionales reciben un recurso monetario mínimo para cubrir sus gastos, una experiencia de vida, una formación cívica, y un entrenamiento profesional que adquiere un valor tangible a la hora de continuar sus carreras dentro o fuera del sistema educativo. El programa ha beneficiado a 17.000 niños y por cada posición de voluntario se postulan 100 profesionales. Más que voluntarios hacen falta los aliados y los recursos público-privados para continuar escalando esta idea y su impacto social.
Así mismo, en Manizales tenemos excelentes ideas, pero hacen falta los recursos para encaminar el capital humano estudiantil y recién egresado. En el PND 2014-18 por primera vez vemos un artículo que se enfoca en buscar estrategias para apoyar las ideas de los jóvenes. Pero no esperemos que sea Bogotá o las metrópolis del país en dónde se ejecuten las mejores ideas. Aquí tenemos dos ingredientes principales: el capital humano y las ideas. Ahora manos a la obra, ¿Cómo identificamos los recursos para ponerlas en marcha? ¿Cómo desarrollamos las estrategias colectivas que materialicen este sueño de ser una ciudad que se crea y mejora a través del potencial universitario?
Johana Muriel-Grajales
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015