En Manizales siguen creyendo que la innovación tecnológica es recibir de un país desarrollado maquinaria para hacer los procesos más eficientes como el de la panela, así se siguen viendo el ombligo.
Colombia ahora insertado en un mundo globalizado, que en unos días tendrá activo un TLC con los EE.UU. sigue pensando en Call Centers, como fuente de trabajo de cientos de egresados universitarios o tecnólogos. Tenemos los telefonistas más preparados e intelectuales del continente, gente con mucho potencial para generar valor agregado al país, que se desaprovechan como profesionales.
No entiendo por qué las universidades de Manizales y el SENA no se integran y comienzan a desarrollar equipos multidisciplinarios de investigación y trabajo.
Por ejemplo que la gente de Diseño Visual de la U. de Caldas, los de Publicidad de la U. Católica y las diferentes ingenierías informáticas de la U. Nacional, la U. de Manizales y la U. Autónoma, sumados a los tecnólogos de sistemas del SENA, creen un laboratorio donde los estudiantes puedan desarrollar empresas tecnológicas.
Que los universitarios se conozcan, amplíen su red profesional y por afinidad realicen alianzas que logren concretarse en empresas, para construirlas con su propio trabajo.
Para enfocar más la idea, quiero señalar que hay cientos de jóvenes en países similares a Colombia creando y desarrollando juegos para los smartphones o celulares inteligentes. Hay casos en Brasil y Chile donde jóvenes están ganando millones de dólares al año de una manera inteligente y fácil para ellos.
Los usuarios de celulares inteligentes en todo el mundo concurren a descargar sus juegos y aplicaciones básicamente a dos tiendas virtuales en línea, la App Store de Apple y la Play de Google. Allí cualquier persona del mundo puede subir el desarrollo o programa que crea para venderlo a cualquier usuario en los cinco continentes, o sea, puede estar en Manizales y vender su aplicación a alguien de Rusia, Sudáfrica, Australia, etc, sin moverse de su casa.
Los desarrollos medianamente exitosos llegan a tener cien mil descargas en todo el mundo y por cada descarga, mínimo pagan 0,7 centavos de dólar. Estamos hablando que ese grupo de cuatro o cinco emprendedores multidiciplinarios ganarían por su aplicación desarrollada 70 mil dólares, más o menos unos 130 millones de pesos, ¡nada mal! ¿Y si les va mejor y obtienen un millón de descargas? ¿Y si en el año crean cinco aplicaciones con 100 mil descargas? ¿O es tan buena que no cobran 0,7 centavos sino 1,4 dólares por descarga?
Ahí está el éxito y posible crecimiento, podrán contratar más gente, crear nuevas líneas de negocios y vender a todo el mundo sin moverse de Manizales y con un capital que cualquiera puede tener, un computador y las ganas. Eso lo puede hacer un grupo compuesto por un diseñador, un publicista, un programador informático y un ingeniero de sistemas, le pueden sumar un administrador de empresas para que gerencie, todos recién egresados o que estén en sus últimos años de universidad.
Así se genera valor para la ciudad, más que con los castradores de cerebro de los Call Center.
Señores rectores, decanos, directores de carreras, alcalde y gobernador, creen redes empresariales desde la universidad, queremos empresarios desde las universidades, que es cuando se puede, luego el profesional toma obligaciones que al igual que a ustedes les acorta la vista hasta el ombligo.
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