Imaginando al Mandatario / Sebastián López, Sergio Martínez y Jorge Valencia, Inst. Latinoamericano

La siguiente ponencia participó en la 1er. versión del Foro Juvenil: Imaginando al mandatario ideal, organizado por el Programa Prensa Escuela y apoyado por la Corporación Cívica de Caldas. Este se efectuó el 1 de septiembre del 2015.

En nuestra opinión un líder ideal es una persona quien debe preocuparse por las necesidades de los ciudadanos, tomando en cuenta los siguientes aspectos: la salud, la educación, la seguridad y el empleo; además, que no solo sea una persona que se cierre a una idea o a un punto de vista, sino también que acepte ideas u opiniones fuera de las suyas.

Asimismo, en cuanto a la salud, que ésta sea gratuita, de calidad y que lo único que tuviese un costo fueran los medicamentos; además, que los especialistas estén certificados y que el tiempo de atención no sea tan prolongado

Por otro lado, la educación debería tener un nuevo sistema donde se evitaran largas horas de trabajo agotador y centrándose en temas de interés que nos sirvan para nuestro futuro laboral, que las personas de escasos recurso tengan mayores posibilidades de ingresar a una educación digna y de calidad con ayudas y becas para los estudiantes

Sumado a ello, la seguridad debería tomar un papel más importante con un nuevo sistema de penalización para menores para hacerlos responsables de sus actos

Junto con el empleo, se debería facilitar la posibilidad de conseguir un buen trabajo y un contrato el cual asegure la estabilidad del puesto obtenido y que se tenga un salario justo para que las personas puedan vivir dignamente.

En base a todo lo dicho anteriormente, podríamos citar a Antonio Machado con su frase: “Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”. Lo nombramos en referencia a lo que dijimos, pues estamos pidiendo un líder que más parece una fantasía, pero si se pudieran tener a alguien a quien le importase sería un sueño hecho realidad.

No queremos que se siga con la falsedad de algunos gobernantes como lo dijo el poeta romano Juvenal (circa 100 A.D) “pan y circo para el pueblo” eso es lo que nos han dado muchos mandatarios, siempre notamos que el pueblo quiere algo que el gobernante no le puede dar, pero cuando se lo da ya no es necesario o no alcanza para las personas que lo necesitaban.

Por esto, no pedimos un líder perfecto, sino uno que entienda que si el pueblo lo eligió no fue por lo que él prometió, sino por las razones que lo motivaban a ser un líder. Un líder no es aquel que lo da todo, sino aquel que cuando las personas que lo apoyan necesiten algo, el comprenda la situación y entienda cómo actuar, sin fallar a quienes lo eligieron.

Por lo tanto, los jóvenes no queremos pedir un sueño imposible, ni tampoco una mentira disfrazada de héroe, solo una persona que pueda entender las situaciones en las cuales es requerido y solo comprenda la importancia de las personas que creyeron en él, para darle la responsabilidad de guiarlos hasta el objetivo en común, pues éste es el motor de lo que formó a este líder o maestro entre una multiplicidad de personas.

Igualmente, las personas debemos comprender que entre un montón de locuaces, que temen a enfrentarse a otros titanes igual que éstos, surge alguien que no teme a los arrebatos de los fuertes y que cuando él sabe que lo pueden apoyar se forma un gran líder; quién puede ser el pastor que guía a su rebaño y que nosotros somos los que escogemos si llegamos rápido al establo o nos quedamos pastando y quejándonos de nuestras necesidades, mientras el pastor o guía que nos lleva intenta unir todas sus ovejas para poder ayudarles.

Por ultimo, solo nosotros escogemos quien nos gobierna y sabremos la forma en la que nos gobernará, conforme a la manera en la que ayudamos a nuestro “pastor o líder”.