Imaginando al Mandatario / Evelyn Tatiana García, Leonardo Da Vinci

La siguiente ponencia participó en la 1er. versión del Foro Juvenil: Imaginando al mandatario ideal, organizado por el Programa Prensa Escuela y apoyado por la Corporación Cívica de Caldas. Este se efectuó el 1 de septiembre del 2015.

No puedo hacer conjeturas sobre lo que sería un dignatario ideal sin saber qué es uno. Mandatario se define como la persona que: mediante un contrato de mandato, acepta de otra, llamada el mandante, el encargo de representarla en determinados actos jurídicos o de gestionar sus negociosi. Me pregunto yo porque no es posible que antes de entrar en periodos electivos, decisiones apresuradas y conflictos políticos nos sentemos a idealizar nuestros representantes, yo lo hice y he aquí mi subjetivo análisis.

Quisiera conocer el primer representante popular que lo fue desde antes de iniciar su carrera políticaii, pues resulta que hoy en día solo el populista es el que consigue más votos y de esa manera todos hoy “conocen las necesidades del pueblo” y adaptan sus campañas para el “pro” del pueblo cuando ni siquiera uno de ellos ha tenido la fortuna de sufrir por dinero ni mucho menos por falta de apoyo gubernamental, pues su problema más grande ha sido un mes sin pagar la cuota de la camioneta, un viaje “de negocios” cancelado con destino a Cartagena o simplemente la negación a uno de sus caprichos en los que el apellido no les alcanzo para satisfacer su ego.

Quisiera un líder carismático, positivo pero realista, que tenga el suficiente atrevimiento para anunciar malos tiempos pero gran audacia para resolverlos, no afectando la cantidad mínima posible sino solucionando el problema para todos, d esa manera no existirán las minorías o las comunidades más vulneradas.

Quisiera, más que un ejemplo a seguir, un modelo de autoridad que imitar. No me interesa un narcisista al que llamar líder, me interesa un ente creativo, culto y sobre todo honesto, que sostenga sus acciones y argumentos conforme a sus valores éticos, de los que se espera gran fortaleza para esquivar y acabar con la “mafia negra” del gobierno.

Quisiera un líder con influencia conciliadora, con la capacidad de utilizar diferentes fuentes, de diferentes ciencias por que contar con 10 puntos de vista diferentes conforman una mejor panorámica del problema que con tan solo 2 puntos de observación. Concuerdo con muchos al decir que platón es acertado al mencionar que los reyes filósofos son la solución a la paz del estado pues ellos “aman ver la verdad esté donde esté con los medios que se disponen”iii.

Quisiera ver los poderdantes discutiendo no sobre su prospecto político favorito sino por el representante de su pueblo el cual defenderá la equidad y la armonía, el que impedirá guerras y creara sociedades, sociedades capaces de convivir sin castigos ni amenazas. Rogaría por un pueblo más autónomo e independiente del dinero o el soborno pero soy consciente de las necesidades de ellos y de las mías y soy consciente además de lo que significa sacrificar la dignidad o el libre albedrio por unos cuantos billetes o una cuanta ventaja a la hora de sobrevivir en este mi país que no tiene espacio para el desempleo pero al que le faltan manos para progresar.

No estaría mal que nuestro candidato a mandatario contara con un equipo de campaña y de gobierno estable y bien conocido, no hay nada mejor más que buenas ideas, buenas energías y buenas jugadas fluyendo por el espacio.

Muy segura me encuentro de que las presente ideas han pasado por la cabeza de al menos un individuo agobiado de las falsas promesas e incrédulo de los nuevos candidatos a mandatario ideal, pero una vez más lo repito, las ideas presentes están sobrecargadas de la subjetividad de la autora, la cual espera que al menos a una persona invite a la reflexión y al menos a un candidato invite a renovar su imagen y sus pensamientos, porque no solo gobernará una sociedad, un pueblo más aun escribirá un capítulo más en un libro de millones de páginas que por cada mala y deshonesta decisión quema 5 paginas: una por el dolor patriótico, una por la deshonra nacional, una por la vergüenza del pueblo, una por la fractura de los valores políticos y otra por el odio de aquellos que en algún momento sacrificaron su vida por el nombre de nuestra nación.

Palabras de una simple y curiosa chica para todo aquel que quiera escuchar un poco de lo del pueblo.