Mecanismos de participación

La democracia consagra en nuestra C. N.. los llamados mecanismos de participación  consignados en el TITULO IV, Cap. I, Art. 103.

El plebiscito, aprobado por la Corte Constitucional con el cual se refrendará lo acordado   con las FARCE- EP, mediante la participación del pueblo ( otro mecanismo de participación   democrática), tiene ahora su prueba de fuego político de acuerdo con las divergencias ideológicas y diversas opiniones que abierta o soterradamente se mueven en nuestra sociedad colombiana tan diversa, tan pluralista y tan heterogénea.      

Vale la pena hacer una disquisición acerca de la  actitud que asumirán los ciudadanos frente a las diferentes opciones.

POR EL SI.

Quienes hemos sido pacifistas, tenemos cierto afecto por lo que llamamos paz y consideramos de acuerdo con  la lógica elemental, que la guerra es violencia, pobreza, muerte y subdesarrollo. No se requiere ser gobiernista, ni aplaudir las acciones del gobierno, muchas de ellas equivocadas por cierto, para aprobar algo que en si mismo  indica el grado de civilidad y humanidad con la cual debemos pensar y actuar quienes vivimos bajo el cielo colombiano. No estamos para hacerle el juego a la torpeza, obnubilados por la falta de dialéctica para desperdiciar esta oportunidad que los sensatos valoramos como una oportunidad de oro para catapultar el rumbo político de quienes aspiramos a vivir en un país más justo e incluyente. Sea esta la oportunidad para demostrar nuestra independencia y sobreponer nuestras ambiciones personales para que triunfe la vida y el futuro de Colombia.        

POR EL NO

No se entiende que existan líderes políticos, que en medio de sus recalcitrantes y trogloditas posiciones de radicalismo sectario y haciendo uso de su arma de tener ascendencia en ciertos sectores que se dejan manipular con sus mensajes distorsionados y sus habilidades para tejer sofismas de distracción, enarbolen la bandera de la violencia, sin mirar hacia atrás, los ríos de sangre y de miseria que han atosigado al pueblo colombiano .Es cierto que la paz, es algo universal donde deben confluir compromisos y  actitudes micro y macro en el panorama social, pero una confrontación menos es un factor que permitirá ir construyendo convivencia y una nueva cultura política que empezará a dar frutos a corto y largo plazo, con la ayuda de buenos políticos, si  éstos se arrepienten y cambian de actitud asumiendo con nobleza su rol de servicio social y no de beneficio personal y actúen  con  patriotismo de colombianos comprometidos.

LOS ABSTENCIONSTAS

La falta de cultura política, siendo sometidos irracional y sempiternamente los votantes al tejemaneje politiquero, prevaleciendo el bienestar  particular sobre el colectivo y como consecuencia la mala administración del Estado que a todas luces se percibe hasta por los más ignaros, muchos de nuestros conciudadanos no quieren saber nada de política considerando que su neutralidad, indolencia e indiferencia representan una válida posición que en la práctica nos lleva a todos a perder un espacio político  como privilegio democrático. Además, esa ignorancia política, es la que aprovechan  los oportunistas demagogos para sacar dividendos políticos.   

Estas variables y este abigarrado paisaje político, es lo que valida lo que llamamos democracia, que en nuestro medio como fruto de la dispersión, terminan ganando las minorías quedando inconformes otras fuerzas de opinión que sumadas hacen mayoría

teniendo que aceptar los resultados en nombre de la democracia.  

El 13% como umbral, es político y hasta jurìdico, pero a la luz de la democracia, muy poco representativo si se tiene en cuenta el censo electoral. Si se diera el sí en este porcentaje, quedaría el 87% para el no y los abstencionistas. Luego, es difícil consolidar una democracia con  porcentajes de legitimidad tan precarios.

LA DEMOCRACIA, ES DEMOCRACIA Y ASI ES EL JUEGO DEMOCRATICO, AUNQUE PAREZCA ABSURDO.