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Henry Calle y Ferney Tapasco conversaban ayer minutos antes de comenzar los alegatos de conclusión de la defensa del exdiputado. Sentado, el abogado defensor César Augusto López.
LA PATRIA | Manizales
El suspenso, como en estos 11 años, sigue con el caso sobre el asesinato del periodista Orlando Sierra Hernández. Ayer a las 5:09 de la tarde concluyó el juicio oral y el Juez penal del circuito especializado de Pereira, Carlos Eduardo González, dijo: “el Juzgado se tomará el tiempo que le asigna la ley y posiblemente más, por lo complejo del caso, para emitir la decisión de fondo”.
El juicio finalizó con los alegatos de la defensa del exdiputado liberal Ferney Tapasco, luego de que el viernes pasado la Fiscalía y la Procuraduría pidieron fallo condenatorio por homicidio agravado y concierto para delinquir. También solicitaron condenar a los hermanos Fabio y Jorge Hernando López Escobar, y a Henry Calle, alias Botija, quien fue corregidor de Arauca (Palestina).
El defensor de Tapasco, César Augusto López, dijo que han sido 11 años de injusticia con Tapasco y por tal motivo pidió que se le absuelva de los cargos que se le imputan, al igual que a los otros tres supuestos participantes del homicidio.
López resumió su intervención, efectuada en la mañana y en la tarde, en que nunca se comprobó una enemistad abierta entre Tapasco y Sierra, este último asesinado en enero del 2002 por Luis Fernando Soto, a quien condenaron.
“Tampoco se demostró que artículos escritos por Sierra hubieran dado lugar a judicialización de Ferney Tapasco o de su hijo Dixon Ferney”, añadió el abogado.
Reiteró, al igual que los defensores de Botija y los hermanos López Escobar, que dudaba que el entonces subdirector de LA PATRIA haya jugado un papel protagónico en la pérdida de investidura de la que fue objeto Tapasco.
De oídas
Redondeó: “todo el proceso está constituido por simples testigos de oídas, testigos de solo palabras que escucharon y no de los hechos a que se refieren esas palabras”.
López aseguró que en el proceso ha imperado lo que él resume: “de las mentiras sobre Ferney Tapasco, han aflorado verdades sobre Orlando Sierra”.
Reiterando lo de los testigos de oídas, el abogado leyó a varios autores y citó a otros en busca de demostrar que han reinado las conjeturas.
Hizo referencia a que por ejemplo el sicario Luis Fernando Soto nunca dijo algo sobre determinadores, y tampoco hubo testigos que dijeran que a él le encargaron esa muerte.
López añadió que no es verdad que a Sierra lo hayan matado por las columnas que escribió en LA PATRIA, como lo dijeron Gloria Luz Ángel, Luis Felipe Gómez y Fernando Ramírez. “No explicaron qué columnas, cuáles personajes, a quiénes judicializaron por ellas o quiénes fueron a la cárcel”, sostuvo.
Amenazas
Agregó que sobre las presuntas amenazas por los artículos de Sierra no precisaron hora, lugar, correos electrónicos y tampoco se manifestó que provenían de Tapasco.
Recordó que el periodista escribió también contra las Auc, la guerrilla y otros personajes de la ciudad.
Indicó que Orlando anduvo con escolta a mediados de 1998 en la época en que el periódico hizo fuertes críticas a la administración del alcalde de Manizales Jorge Enrique Rojas. En ese punto se refirió a la pérdida de investidura como diputado de Tapasco, ante demanda de Luis Felipe Gómez. Aseguró que Sierra nada tuvo que ver con esa demanda, cuyo fallo definitivo salió en octubre de ese año.
Añadió que en fiscalías y en la Contraloría, ante requerimientos de investigadores, nunca hubo demandas o denuncias motivadas por las columnas que publicó Sierra Hernández. “Dónde está la efectividad de la tarea del adalid de la lucha contra la corrupción, cuántas personas fueron judicializadas, ese es un mito que empieza a caer”.
Amistad
Para el defensor, las reuniones de Orlando y Tapasco en la casa de Carlos Arboleda, y del mismo Tapasco, entre otros encuentros, son muestra de que no había enemistad entre los dos personajes, como algunos lo han querido mostrar en el proceso.
Es más, hizo referencia a que la esposa de Orlando trabajó en la Contraloría departamental y en la Chec, por solicitud de Sierra ante el liberalismo barquista. Sobre la Chec mostró una hoja de vida en la que consta que las referencias de Luz Estela son de Víctor Renán Barco (fallecido), Óscar Tulio Lizcano, yepista, y secretario de Planeación en ese momento, y Luis Felipe Gómez. “Uno a los enemigos no les da puesto para la esposa”.
Dice que el señalamiento a Tapasco viene de la desinformación de este diario, de esa malidicencia que desafortunadamente fue recogida por el ente investigador”.
Sobre Flavio Restrepo
César Augusto López pidió durante los alegatos de conclusión que se investigue a Flavio Restrepo por falso testimonio, y que se compulsen copias de las declaraciones del testigo de la Fiscalía, que ha declarado en dos oportunidades.
Los argumentos de López para esta solicitud es que Restrepo, el 1 de marzo del 2002, no fue claro ni preciso al decir que Orlando Sierra le había advertido que lo iban a matar, y que se limitó a decir "que ese señor lo amenazó, pero no dijo quién, y que creía que lo iban a matar, y ahora, en septiembre, afirmó que Sierra Hernández le había dicho que era el señor Ferney Tapasco y que lo iban a matar”, dos versiones contradictorias, según el defensor.
"Viene a recordar once años después un hecho tan trascendental y la confidencia de un amigo como que Tapasco lo mandó a matar, pero lo que dicen los psicólogos judiciales y forenses es que cuando una persona le agrega o le quita detalles a su relato es porque no está estructurado en su mente o no corresponde a la realidad", afirmó López.
No obstante, el primero de marzo del 2002, Restrepo ya había mencionado esta versión ante la Fiscalía en su primera declaración.
Dijo la Fiscalía
En los alegatos de conclusión, la Fiscalía dijo entre otras cosas lo siguiente:
1.
Sustentó por qué el escrito de acusación se sostiene e inclusive "se vigoriza con las pruebas practicadas". Reseñó también las numerosas veces que hubo incidentes entre Sierra y Tapasco, además de los miedos que tenía el periodista de ser asesinado.
2.
Partió del intento de soborno que ofreció Luis Fernando Soto, el sicario que asesinó a Sierra, a los policías que lo capturaron en flagrancia, así como la mención que este hizo de José Arley Díaz, alias Pereque, en el mismo instante. A ambos los condenó la justicia por el homicidio.
3.
Reiteró que en la investigación la hipótesis que se fortaleció fue la que apuntaba a Tapasco como autor intelectual. Analizó el contexto de Caldas para la época del asesinato, y citó una frase de la declaración del exdirector de LA PATRIA Luis Felipe Gómez: "aquí hubo una máquina de matar gente".
4.
Hizo un recuento de asesinatos ocurridos en Arauca (Palestina) en los años 90, a causa de disidencias de la coalición barcoyepista, en particular de liberales al mando de Tapasco y su colaborador incondicional, Henry Calle Obando.
5.
Trazó una semejanza entre esas cadenas de muertes con la de numerosos homicidios de personas mencionadas en la investigación por el asesinato de Sierra.
6.
Recordó que la última víctima en este caso fue Jaime de Jesús Ospina Millán, escolta de Luis Miguel Tabares, alias Tilín, este último también condenado por el homicidio de Sierra por haber hecho el puente con los asesinos.
7.
Ligó al político con el grupo de sicarios que ejecutó el crimen. El vínculo, dijo, es un arma de fuego que le hallaron a Tilín, que era propiedad de Fabio López, hermano de Hernando López. Este último laboró como pagador en la Asamblea, nombrado por Ferney Tapasco cuando era presidente de la corporación.
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