DIEGO FERNANDO HIDALGO*
LA PATRIA | MANIZALES
Estadísticas de la Dirección Nacional de Tránsito y Transporte de la Policía indican que el año pasado se presentaron 3 mil 351 accidentes por cruzar la vía sin observar, 2 mil 700 por desobedecer señales de tránsito, 2 mil 648 por exceso de velocidad, entre otras cifras preocupantes.
Esto demuestra que, en Colombia, las principales causas de accidentalidad no solo están ligadas a conducir en estado de embriaguez, pues también se presentan situaciones originadas en comportamientos derivados de la falta de preparación en manejo.
En varios lugares del mundo se han implementado cursos de manejo defensivo como estrategia de formación continua que permita a los conductores aprender tácticas de seguridad cuando conducen en cualquier vía, independiente de su edad.
Manejar de forma defensiva va directamente enfocado a salvar vidas. Normalmente, cuando conducimos un vehículo, estamos expuestos al comportamiento de los demás y de las condiciones del entorno. Por eso es importante que el conductor este consciente de que las decisiones que va a tomar sean seguras y legales. Debe evitar estados de estrés con cortesía y cooperación.
Los conductores deben tener condiciones físicas que no afecten su capacidad para manejar. Por ejemplo, en el caso de los jóvenes (25 años y menos), aunque los sentidos, la movilidad y el tiempo de reacción son óptimos, su experiencia es poca. En el caso de un conductor maduro (55 años y más) sucede lo contrario: los mismos aspectos son reducidos, pero cuentan con una amplia experiencia.
A los conductores jóvenes se les recomienda no manejar más rápido que lo que la experiencia o las condiciones se lo permiten, ni dejarse distraer por los pasajeros del vehículo. Es esencial que conduzcan atentamente.
En el caso de los conductores maduros, es recomendable usar la experiencia para controlar las situaciones que ocurren en medio del tráfico, no manejar de noche o cuando la vía esté congestionada, e ir a una velocidad apropiada para su condición física.
El conductor debe tener unas condiciones emocionales que no interfieran con el manejo del vehículo. El hecho de conducir genera estrés, el tránsito congestionado y la agresividad de otros conductores pueden producir ira, nerviosismo y tensión.
Por eso es fundamental mantener el control emocional cuando se conduce y tener un plan antes de salir a las vías, eso genera calma. Es un hecho que no se puede prever lo que harán otros conductores, pero se puede dejar que los conductores agresivos sigan su camino.
La vía tiene muchos factores que no se pueden controlar. Sin embargo, verificar el estado del vehículo le va a dar la oportunidad de tener control de otro tipo de situaciones. La revisión se debe hacer al interior y al exterior del vehículo de forma semanal, cada mes y cada seis meses según corresponda.
Por ejemplo, el nivel del aceite se debe mirar cada semana; el líquido de transmisión, de forma mensual y las escobillas de los limpiaparabrisas, semestralmente.
Los pasajeros tienen varios sistemas de protección como los parachoques que absorben la energía, los cinturones de seguridad, las bolsas de aire, los apoyacabezas y las trabas de las puertas. Todos con el objetivo de proteger al conductor y a los demás pasajeros. La importancia de los sistemas de protección se ve reflejada en la dinámica de un choque.
Las siguientes técnicas de manejo defensivo le pueden ayudar a viajar con seguridad reforzando las condiciones físicas.
-Para mejorar la movilidad
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*Con información del Consejo Colombiano de Seguridad y National Safety Council.
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