Los biocombustibles son el futuro

Bogotá- En el marco del Foro Latinoamericano y del Caribe del Carbono que se cumplió la semana pasada en Bogotá, varias empresas privadas y públicas hablaron de las oportunidades de negocios entre los principales interesados en el mercado de carbono y el cambio climático, destacando la situación de la industria aeronáutica.

Este sector genera 56.000 millones de empleos a nivel mundial y 4.6 en América Latina, lo que aporta el 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo. Actualmente esta industria afronta varios retos y asume nuevos proyectos ambientales, como la reducción del consumo de combustible y el control sobre la emisión de gases efecto invernadero.

“La meta de la Asociación Internacional de la Aviación es reducir el 1.5% de emisiones de gases efecto invernadero anualmente; en nuestro caso, tenemos una reducción del 2%, a través de 25 actividades que nos permiten minimizar el uso de combustible tradicional”, comentó Enrique Guzmán, gerente senior de medio ambiente de LATAM Airlines Group.

EL BIOCOMBUSTIBLE

Actualmente, la industria aeronáutica ha hecho utilización de biocombustibles, los cuales se obtienen de cultivos agrícolas como el maíz, la yuca, plantas oleaginosas como la soja, el girasol y las palmas o especies forestales como el eucalipto o los pinos.

“El efecto de estos combustibles sobre los gases de efecto invernadero, es que tienen un balance de emisiones 0, lo que reduce considerablemente el CO2 que es enviado a la atmósfera terrestre ya que estos materiales van absorbiendo el CO2 a medida que se van consumiendo, mientras que emiten una cantidad similar que los carburantes convencionales en el momento de la combustión, efecto contrario de lo que pasa con un combustible fósil, el cual se quema en el avión y genera CO2 que va directamente a la atmósfera”, comentó Guzmán.

En Colombia se realizó el primer vuelo comercial con biocombustible durante el 2013, en la ruta que cubre Bogotá-Cali, ida y vuelta, por la aerolínea LAN. “El combustible que usamos proviene de un cultivo vegetal, cuyo nombre es camelina, es una especie que no compite con el alimento humano, por ser una planta oleaginosa (productora de aceite), que se alterna con cultivos de trigo”, señaló Guzmán.

CAMBIOS EN LA INDUSTRIA AERONÁUTICA

Los cambios están circunscritos a la nueva tecnología en la flota de aviones, como la innovación en el mercado con la incursión de un avión solar o el nuevo mercado aviones como el Boing 787 que tienen un 15% menos de emisión o el Airbus 350, el cual también tiene un impacto de reducción alta, con respecto a un avión de sus mismo alcance.

“No estamos cerca de la utilización de energías y combustibles alternativos, porque sigue siendo el combustible tradicional lo preferido y está en manos de los fabricantes de aviones que no son más de 5 en el mundo, por lo que nosotros estamos sujetos a los avances que ellos tengan en este tema”, comentó Guzmán.

A su vez añadió que “las petroleras deben cambiar de mentalidad, porque si ellos reducen la producción de combustible tradicional y se enfocan en los biocombustibles, éste sería una realidad a más corto plazo y son ellos los únicos que pueden y tienen la tecnología para hacer cambios, que le ayuden a nuestra industria a colaborar por completo con el medio ambiente (...) los biocombustibles son el futuro".

LOS BONOS DE CARBONO

En la actualidad, las aerolíneas compran bonos de carbono o 'créditos de carbono', los cuales funcionan como mecanismo internacional de descontaminación y promueven la reducción de emisiones de gases producidas por el calentamiento global o el efecto invernadero a las forestales, que son las que pueden suministrar los bonos o empresas que son carbono positivo por la cantidad de bosques que tienen.

Según Guzmán, el mercado de carbono viene presentando muchos problemas y ha tenido varios altibajos ocasionados por la recesión económica, lo que ha hecho que la población y la industria se preocupen por sobrevivir y no por estar involucrados con lo que pasa con el medio ambiente, específicamente con las emisiones de gases, hecho que hace que los bonos bajen sustancialmente, pasando de 10 ó 15 dólares, a menos de 1 dólar.

“Yo veo que la inversión verde ha caído a nivel mundial, cada vez es más difícil encontrar bonos de carbono provenientes de proyectos de reforestación, no hay muchos adecuados, que tengan respaldos, una verificación internacional”, comentó Guzmán.