El sedentarismo está matando a las nuevas generaciones

Bogotá.- El sedentarismo es uno de los principales factores que debe ser eliminado en la sociedad colombiana para combatir la obesidad y empezar a adquirir hábitos saludables y cambiar nuestro estilo de vida, según manifestó el conferencista mexicano Hugo Laviada, invitado a participar en el Foro Académico sobre Realidades y Propuestas para Fomentar Estilos de Vida Activos y Saludables.

“La actividad física es indispensable para que el metabolismo funcione correctamente”, comentó Laviada, quien resaltó que las nuevas generaciones están condenadas a vivir menos, pues su actividad física ha disminuido notoriamente.

“Hoy los niños se la pasan metidos en la computadora y se les brinda absolutamente todo para que ellos no tengan que mover un dedo, eso está mal porque se está fomentando notoriamente los índices de obesidad y aún no hemos caído en cuenta de que les estamos haciendo un daño”, señaló el experto.

El conferencista de la Universidad Marista de Mérida en México afirmó que el balance energético es un factor importante para la salud de todos los seres humanos. El mantenimiento del peso perdido implica obtener un estado de balance energético, pero a un nuevo nivel de peso corporal, esto quiere decir que después del tratamiento hecho para perder peso es completamente necesario mantenerse en la talla ideal acorde a las características físicas del paciente.

Lo anterior requerirá de patrones dietéticos y de actividad física que puedan ser mantenidos indefinidamente.

Tanto Laviada como la nutricionista Claudia Angarita insistieron en que el cambio de rutina es necesario para poder disminuir los índices de obesidad en las generaciones. ¿Cómo se logra esto?

Es necesario saber que tanto la familia como la educación de los menores son determinantes en la adquisición de hábitos alimentarios y por lo mismo es desde ahí que se tienen que hacer los cambios para darle un giro a las nuevas generaciones.

“Los padres son los más importantes para que sus hijos puedan incrementar su actividad física, nos debemos enfocar en cambiar estos ideales, pues realmente nos hemos enjaulado, nos hemos dejado de mover y eso nos está perjudicando gravemente. Esta será la primera generación que vivirá menos debido a los problemas de obesidad que se han presentado en los últimos años”, afirma Laviada.

Hugo Laviada finalizó su conferencia afirmando que la intervención temprana para la prevención y el control del sobrepeso es indispensable para controlar este fenómeno. Tanto el como la doctora Angarita afirman que la etapa más temprana para intervenir en estos hábitos inicia en la vida intrauterina.

“Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la lactancia materna debería durar 6 meses, hoy las mamás colombianas están reduciendo esta etapa fundamental a los 1.8 meses, desde muy chiquitos los niños están siendo sometidos a adoptar hábitos que no son los adecuados para un bebe”, afirma la nutricionista, haciendo énfasis que si se trabaja en esto es muy probable que se puedan adquirir y así mejorar la calidad de vida.

Los dos conferencistas concluyeron que la actividad física y los hábitos alimentarios son necesarios pera mejorar la salud de las nuevas generaciones y así evitar que cada vez más jóvenes adultos mueran a causa de esta enfermedad, que aunque es una realidad en la actualidad se puede cambiar adaptando a nuestras vidas comportamientos favorables para nuestra salud.

ESTRATEGIAS

- Mejorar y construir un ambiente propicio para la actividad física.
- Favorecer el desarrollo de un ambiente relacionado con alimentos y bebidas saludables, los precios deben estar a favor del consumo y facilitar el exceso generalizado al agua potable.
- Mejora de contenidos de mensajes a la población, los medios de comunicación juegan un papel muy importante en la difusión de estos contenidos.
- Favorecer un ambiente activo y de alimentación saludable en los lugares de trabajo, es importante vincular nuestras funciones laborales con la actividad física.
- Mejorar el ámbito familiar, escolar y de cuidado infantil con prácticas que impacten favorablemente la actividad física y el aumento de opciones de alimentos saludables usando el espacio escolar para la educación alimentaria.